lunes, 29 de julio de 2013

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Ilmo. Sr. Don Pedro Echevarría Bravo




Músico con mayúsculas, este burgalés de nacimiento dedica su vida a la dirección

bandística y a la investigación del folclore de varias regiones de España, siendo

merecedor de incontables premios y distinciones. En el marco del 75 Aniversario de la

fundación de la Banda de Música de San Martín del Rey Aurelio, y con la inestimable

colaboración de su hija, María Luisa Echevarría Martínez, se confecciona a modo de

homenaje esta biografía del primer director de la formación, a la que tuvo bajo su

batuta entre los años 1932 y 1935.


Pedro Echevarría Bravo nace en Villalmanzo (Burgos) el 12 de junio de 1905. A los diez años

inicia los primeros estudios musicales de solfeo y piano. Completa su formación en el Colegio

Seráfico de Nuestra Señora de Aránzazu (Guipúzcoa), cursando estudios de Armonía y

Composición, de órgano, y de Humanidades y Filosofía y Letras. A los 16 años compone una

Salve Regina a cuatro voces mixtas que estrena la Schola Cantorum de Aránzazu, y es ya

autor de más de cuarenta obras musicales.

En 1927 realiza el servicio militar en el Regimiento Príncipe, en Oviedo, donde toca la tuba en

la Banda militar dirigida por el maestro Aurelio Gutiérrez.

En 1928 es nombrado Director de la Banda de Música de Ateca (Zaragoza) y, al año siguiente,

le es adjudicada la dirección de la Banda Municipal de Daroca (Zaragoza), simultaneando dicho

cargo con el de organista de la Colegiata de esa localidad.

En mayo de 1932 obtiene el nombramiento de Director de la Banda de Música de San Martín

del Rey Aurelio (Asturias), que bajo su dirección lleva a cabo sus primeras actuaciones. Su

labor al frente de esta nueva agrupación merece los mayores elogios de la prensa asturiana.

Durante su estancia en Asturias cultiva la amistad de Cipriano Pedrosa Solares, director de la

Banda de Música de Langreo, así como de Aurelio Escandón, González del Valle o Menéndez

Pidal, entre otros. Comienza también a escribir “Historia de un compañero”, libro dedicado al

maestro Villa, director de la Banda de Madrid. Esta obra, que hasta el momento no ha sido

publicada, será concluida ya en Tomelloso (Ciudad Real), su siguiente destino.

Pedro Echevarría Bravo en los años 30 del siglo XX,

en su etapa de Director de la Banda de Música de

San Martín del Rey Aurelio


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En esta época, y como Delegado para Asturias de la Asociación Nacional de Directores de

Bandas de Música, apoya decididamente la creación del Cuerpo Nacional de Directores. El

Reglamento orgánico que define dicho cuerpo es aprobado por el Gobierno de la República

entre los años 1932 y 1934.

Foto/semeya: Luis Cabeza (La Felguera)

Banda de Música de San Martín del Rey Aurelio. Pedro Echevarría Bravo, director de la

formación, aparece sentado en el centro de la primera fila. Fotografía tomada en la Plaza

Ramón y Cajal de Sotrondio (1932)


El día 5 de abril de 1935 es nombrado Director de la Banda Municipal de Tomelloso (Ciudad

Real), en concurso convocado por la Dirección General de Administración Local. Al frente de

esta entidad desarrolla una amplia labor de divulgación artística. Así mismo, como miembro del

Cuerpo Nacional de Directores de Banda de Música Civiles en su primera categoría, es Vocal

Regional de la Junta de Gobierno en su Colegio Oficial, con la representación de la entonces

Castilla la Nueva.

Entre los años 1946 y 1949 recibe varios premios por parte del Instituto Español de

Musicología, integrado en el CSIC, así como de la Delegación Nacional de la Sección

Femenina, todos ellos por sus investigaciones sobre el folclore manchego. Por medio de

conferencias-conciertos da a conocer sus trabajos en Madrid, Zaragoza, Albacete, Ciudad Real

y otras capitales, disertando sobre “El canto popular manchego” y contando con la colaboración

de los Coros de la Sección Femenina.

El 2 de enero de 1951, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando le nombra

Académico correspondiente, en la Sección de Música, en atención a los servicios prestados a

la investigación folclórica manchega y a la musicología española en general. Adquiere de este

modo el tratamiento de “Ilustrísimo Señor”. Este mismo año se publica el “Cancionero Musical

Popular Manchego” (Madrid, 1951), fruto de un intenso trabajo recorriendo infinidad de veces la

“ruta del Quijote”. En esta obra se recogen 300 melodías populares manchegas con sus letras

completas, de las 2500 que llegó a recopilar.

En 1952 recibe diversos homenajes en Tomelloso como prueba de simpatía y admiración por el

éxito alcanzado con la publicación del Cancionero. En Mayo de 1953, a través del diario Lanza

de Ciudad Real, el maestro Echevarría se despide cariñosamente de todos los tomelloseros y

manchegos para irse a tierras gallegas a hacerse cargo de la Banda Provincial de La Coruña.

En el año 1955 se traslada a Santiago de Compostela para dirigir su Banda de Música.

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En los años 1958 y 1959 recibe el Premio Extraordinario de Musicología del Consejo Superior

de Investigaciones Científicas. En 1958 y en 1962 la Fundación Juan March le concede una

pensión para realizar investigaciones musicales en Francia y Holanda respectivamente. Allí

entra en contacto con valiosa documentación que le llevará posteriormente a la creación del

“Cancionero de los peregrinos de Santiago”. Durante los primeros meses del año 1962 recibe

varias distinciones en Francia (Cruz de Caballero del Mérito Nacional; Medalla de la Academia

de Artes, Ciencias y Letras).

Pedro Echevarría Bravo en los años 60 del siglo XX,

en su etapa de Director de la Banda de Música de

Santiago de Compostela, luciendo sus

condecoraciones francesas


El 24 de octubre de 1965 la Banda Municipal de Música de Santiago de Compostela ofrece, en

el Paseo de la Alameda, un concierto de despedida de su director. Pedro Echevarría Bravo

deja Galicia para trasladarse a Madrid, dedicándose desde ese momento a la investigación, las

conferencias y la publicación de artículos y otros trabajos. En 1967 ve la luz el “Cancionero de

los peregrinos de Santiago” (Madrid, Centro de Estudios Jacobeos, 1967). Al año siguiente

hace entrega, personalmente y junto a su esposa, de una copia de esta obra a su Santidad

Pablo VI. Durante los años ochenta publica diversos artículos en la “Revista de Folklore”

(Fundación Joaquín Díaz, Diputación de Valladolid).

A comienzos de septiembre de 1984 visita Sotrondio y se reúne con componentes y

excomponentes de la Banda de Música que él mismo dirigiera en sus primeros conciertos, en

los años 30. El 18 de diciembre de ese mismo año actúa en la Sociedad “La Montera”, en

Sama de Langreo. José Antonio Fernández González (Carabín) preside en esa época ambas

entidades.

Casado con Laura Martínez Vázquez en Tomelloso, en el año 1939, tienen dos hijos, María

Luisa y Augusto. Fallece en Madrid el 22 de diciembre de 1990.

Pedro Echevarría Bravo fue también un gran compositor. Algunas de sus obras son: “La Suite

Manchega”, “Por los Campos de Montiel y Calatrava”, “Una noche en el Maxim´s”, “Pilarín

López”, “Miss Sevilla”, “Una Noche en las Moyas”, “La Más Guapina de Asturies”, “Vamos

Niños al Sagrario”, “Miserere”, “Tedeum”, etc., además del “Himno a Tomelloso”, con letra de

Leocadio Díaz del Castillo, estrenado el 15 de septiembre de 1935 durante las ferias y fiestas

de la localidad.

En el año 2000 recibe, a título póstumo, diversos homenajes en Castilla-La Mancha,

dedicándole el pueblo de Tomelloso una calle “al ilustre músico y folklorista, maestro

Echevarría”.

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En el año 2005 se publica la tercera edición del “Cancionero Musical Popular Manchego” (3ª

ed., Ciudad Real, Diputación Provincial, 2005), que incluye una introducción de su hija, María

Luisa Echevarría Martínez.

Portada de la tercera edición del Cancionero Musical