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Ilmo. Sr. Don Pedro Echevarría Bravo
Músico con mayúsculas, este burgalés de nacimiento dedica su vida a la dirección
bandística y a la investigación del folclore de varias regiones de España, siendo
merecedor de incontables premios y distinciones. En el marco del 75 Aniversario de la
fundación de la Banda de Música de San Martín del Rey Aurelio, y con la inestimable
colaboración de su hija, María Luisa Echevarría Martínez, se confecciona a modo de
homenaje esta biografía del primer director de la formación, a la que tuvo bajo su
batuta entre los años 1932 y 1935.
Pedro Echevarría Bravo nace en Villalmanzo (Burgos) el 12 de junio de 1905. A los diez años
inicia los primeros estudios musicales de solfeo y piano. Completa su formación en el Colegio
Seráfico de Nuestra Señora de Aránzazu (Guipúzcoa), cursando estudios de Armonía y
Composición, de órgano, y de Humanidades y Filosofía y Letras. A los 16 años compone una
Salve Regina a cuatro voces mixtas que estrena la Schola Cantorum de Aránzazu, y es ya
autor de más de cuarenta obras musicales.
En 1927 realiza el servicio militar en el Regimiento Príncipe, en Oviedo, donde toca la tuba en
la Banda militar dirigida por el maestro Aurelio Gutiérrez.
En 1928 es nombrado Director de la Banda de Música de Ateca (Zaragoza) y, al año siguiente,
le es adjudicada la dirección de la Banda Municipal de Daroca (Zaragoza), simultaneando dicho
cargo con el de organista de la Colegiata de esa localidad.
En mayo de 1932 obtiene el nombramiento de Director de la Banda de Música de San Martín
del Rey Aurelio (Asturias), que bajo su dirección lleva a cabo sus primeras actuaciones. Su
labor al frente de esta nueva agrupación merece los mayores elogios de la prensa asturiana.
Durante su estancia en Asturias cultiva la amistad de Cipriano Pedrosa Solares, director de la
Banda de Música de Langreo, así como de Aurelio Escandón, González del Valle o Menéndez
Pidal, entre otros. Comienza también a escribir “Historia de un compañero”, libro dedicado al
maestro Villa, director de la Banda de Madrid. Esta obra, que hasta el momento no ha sido
publicada, será concluida ya en Tomelloso (Ciudad Real), su siguiente destino.
Pedro Echevarría Bravo en los años 30 del siglo XX,
en su etapa de Director de la Banda de Música de
San Martín del Rey Aurelio
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En esta época, y como Delegado para Asturias de la Asociación Nacional de Directores de
Bandas de Música, apoya decididamente la creación del Cuerpo Nacional de Directores. El
Reglamento orgánico que define dicho cuerpo es aprobado por el Gobierno de la República
entre los años 1932 y 1934.
Foto/semeya: Luis Cabeza (La Felguera)
Banda de Música de San Martín del Rey Aurelio. Pedro Echevarría Bravo, director de la
formación, aparece sentado en el centro de la primera fila. Fotografía tomada en la Plaza
Ramón y Cajal de Sotrondio (1932)
El día 5 de abril de 1935 es nombrado Director de la Banda Municipal de Tomelloso (Ciudad
Real), en concurso convocado por la Dirección General de Administración Local. Al frente de
esta entidad desarrolla una amplia labor de divulgación artística. Así mismo, como miembro del
Cuerpo Nacional de Directores de Banda de Música Civiles en su primera categoría, es Vocal
Regional de la Junta de Gobierno en su Colegio Oficial, con la representación de la entonces
Castilla la Nueva.
Entre los años 1946 y 1949 recibe varios premios por parte del Instituto Español de
Musicología, integrado en el CSIC, así como de la Delegación Nacional de la Sección
Femenina, todos ellos por sus investigaciones sobre el folclore manchego. Por medio de
conferencias-conciertos da a conocer sus trabajos en Madrid, Zaragoza, Albacete, Ciudad Real
y otras capitales, disertando sobre “El canto popular manchego” y contando con la colaboración
de los Coros de la Sección Femenina.
El 2 de enero de 1951, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando le nombra
Académico correspondiente, en la Sección de Música, en atención a los servicios prestados a
la investigación folclórica manchega y a la musicología española en general. Adquiere de este
modo el tratamiento de “Ilustrísimo Señor”. Este mismo año se publica el “Cancionero Musical
Popular Manchego” (Madrid, 1951), fruto de un intenso trabajo recorriendo infinidad de veces la
“ruta del Quijote”. En esta obra se recogen 300 melodías populares manchegas con sus letras
completas, de las 2500 que llegó a recopilar.
En 1952 recibe diversos homenajes en Tomelloso como prueba de simpatía y admiración por el
éxito alcanzado con la publicación del Cancionero. En Mayo de 1953, a través del diario Lanza
de Ciudad Real, el maestro Echevarría se despide cariñosamente de todos los tomelloseros y
manchegos para irse a tierras gallegas a hacerse cargo de la Banda Provincial de La Coruña.
En el año 1955 se traslada a Santiago de Compostela para dirigir su Banda de Música.
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En los años 1958 y 1959 recibe el Premio Extraordinario de Musicología del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas. En 1958 y en 1962 la Fundación Juan March le concede una
pensión para realizar investigaciones musicales en Francia y Holanda respectivamente. Allí
entra en contacto con valiosa documentación que le llevará posteriormente a la creación del
“Cancionero de los peregrinos de Santiago”. Durante los primeros meses del año 1962 recibe
varias distinciones en Francia (Cruz de Caballero del Mérito Nacional; Medalla de la Academia
de Artes, Ciencias y Letras).
Pedro Echevarría Bravo en los años 60 del siglo XX,
en su etapa de Director de la Banda de Música de
Santiago de Compostela, luciendo sus
condecoraciones francesas
El 24 de octubre de 1965 la Banda Municipal de Música de Santiago de Compostela ofrece, en
el Paseo de la Alameda, un concierto de despedida de su director. Pedro Echevarría Bravo
deja Galicia para trasladarse a Madrid, dedicándose desde ese momento a la investigación, las
conferencias y la publicación de artículos y otros trabajos. En 1967 ve la luz el “Cancionero de
los peregrinos de Santiago” (Madrid, Centro de Estudios Jacobeos, 1967). Al año siguiente
hace entrega, personalmente y junto a su esposa, de una copia de esta obra a su Santidad
Pablo VI. Durante los años ochenta publica diversos artículos en la “Revista de Folklore”
(Fundación Joaquín Díaz, Diputación de Valladolid).
A comienzos de septiembre de 1984 visita Sotrondio y se reúne con componentes y
excomponentes de la Banda de Música que él mismo dirigiera en sus primeros conciertos, en
los años 30. El 18 de diciembre de ese mismo año actúa en la Sociedad “La Montera”, en
Sama de Langreo. José Antonio Fernández González (Carabín) preside en esa época ambas
entidades.
Casado con Laura Martínez Vázquez en Tomelloso, en el año 1939, tienen dos hijos, María
Luisa y Augusto. Fallece en Madrid el 22 de diciembre de 1990.
Pedro Echevarría Bravo fue también un gran compositor. Algunas de sus obras son: “La Suite
Manchega”, “Por los Campos de Montiel y Calatrava”, “Una noche en el Maxim´s”, “Pilarín
López”, “Miss Sevilla”, “Una Noche en las Moyas”, “La Más Guapina de Asturies”, “Vamos
Niños al Sagrario”, “Miserere”, “Tedeum”, etc., además del “Himno a Tomelloso”, con letra de
Leocadio Díaz del Castillo, estrenado el 15 de septiembre de 1935 durante las ferias y fiestas
de la localidad.
En el año 2000 recibe, a título póstumo, diversos homenajes en Castilla-La Mancha,
dedicándole el pueblo de Tomelloso una calle “al ilustre músico y folklorista, maestro
Echevarría”.
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En el año 2005 se publica la tercera edición del “Cancionero Musical Popular Manchego” (3ª
ed., Ciudad Real, Diputación Provincial, 2005), que incluye una introducción de su hija, María
Luisa Echevarría Martínez.
Portada de la tercera edición del Cancionero Musical